Ahora
Abrir los ojos. Verte bajo las sábanas,
durmiendo, besar tu piel palmo a palmo, recorriendo la curva de tu
espalda hasta los hombros, por tu cuello hasta tu oído a despertarse
con un buenos días. Susurrado letra a letra.
El respirar pausado exhalado entre tus
labios sobre los míos, el roce de nuestras narices y una sonrisa que
sientes con los ojos cerrados. Caricia en la mejilla. Y el deshacer
de mis huellas al roce de tus poros.
Ahora. Ni beberme tus lágrimas de mi
ausencia de esos labios, ni secarlas con mi pulgar de su mejilla, ni
darte caricias hasta que duermas y descanses. Todo me ha sido vetado
y mi impotencia crece, busco desesperada como ayudar y aplacar los
tormentos que su cabeza cubren, evitando todo lo anterior.
Ahora. Toca buscar otros gestos, otras
palabras.
Ahora. Sabes que pase lo que pase aquí
estaré. Ahora y siempre.
Ahora. Toca seguir sonriendo, sin que
tu sujetes una de mis comisuras.
Ahora. Solo me queda no hacerte daño.
Ser feliz a tus ojos. Aliviar tus preocupaciones.
Ahora. Nos toca seguir caminando.
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