Lejos
Y te miré. Tu cuerpo desnudo guardado en mi cama, esperando que el mio le hiciera compañia. Te miré. Ahí estaba tu sonrisa, y tus párpados cerrados. Bajo las sábanas te abracé, y tu piel chispeó al contacto.
- Estás fría... - sin borrar esa sonrisa de tus labios.
- Lo sé, - te besé la espalda.- pero ya volví. Esta vez no fui tan lejos.
- Para mi fue demasiado. - Y me agarraste la mano con fuerza.
E, inconscientemente, mi cara esbozó una sonrisa...
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