Desgarro mi pecho, para alcanzar mi corazón,  como si se tratase de una camiseta que quemase.
Me froto los ojos escozidos y doloridos como si pidiese un deseo en la lámpara.
Me estrujo el cerebro como una bayeta escurrida, como si fuese a explotar en cualquier momento y librarme de esa presión, ¡PUF! desapaerció.
No puedo más.
Verdaderamente voy a explotar.
Un cúmulo de sensaciones inexplicables, inconexas, contradictorias.
Una muchedumbre gritando lo que quiero, lo que debo y lo que tengo que evitar hacer.
Una carrera hacia el silencio.
Una musa posada en mi ventana, esperando que asestes el golpe final para que mi obra maestra sea creada.
Un deseo de que el tiempo pase... y rápido.
Un no deseo de una vida angustiosa, acelerada y precavida. Con sus errores. Con sus "quizás". Con sus "nosés". Sin ti.

Comentarios

Ruth ha dicho que…
me encanta coque!!!

Entradas populares de este blog

Testamento emocional (Experimento, ya lo haré mejor en un futuro)

Be mighty

Subconsciente