Huyo.

Calma en el espacio infinito de cielo despejado.
 Mente en blanco.
 Brisa azul.
Pelo que se ondula con el viento, cuello estirado, ojos cerrados.
La luna brilla tímida en el cielo y la torreta la señala maleducada.
Las nubes saludan al nuevo astro.
Los campos la saludan desde el suelo, pero señalizantes hacia al reina del paisaje.
Voces que suenan como el viento, apoyadas en una piedra, de postura cómoda y masculina.
El relax llega al éxtasis y el ruido de los insectos empieza a ser audible. En poco tiempo solo oíamos grillos y cigarras. 
Paso lento. Música en mis cascos. Lato al unísono. 
Huyo.
Huyo a mi mundo donde solo están mi música, mi viento, mis lunas diurnas y mis cielos de color.
Huyo una vez más a mi castillo de algodón. 
Huyo una vez más a mis abismos de cartón.


Fotografía mía, via Mvl.

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