En tus brazos.


Déjame caer en tus brazos, rendida. 
Deja que mis latidos se ralenticen, deja que crea en las hadas, las vea y las toque, déjame soñar.
Deja que mis párpados descansen de ver injusticias, porque los parpadeos no son suficientes, deja que que caigan rendidos ante tus poderes, vénceles, como tu solo sabes.

Sonríeme, pues tu sonrisa es un bálsamo para mi mente, bésame con el objetivo de una manzana envenenada, como si fuese mi última noche, hazlo rápido, líbrame de odiarte.

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