Un año...
A escasas horas de una graduación que no es la mía, me pongo a sopesar este año ya pasado. Amigos nuevos y otros de siempre, incluso algunos que tenían poco tiempo de estancia en mi corazón. También se pierden cosas. Muchas cosas. Pero si nos ponemos a valorar lo perdido y lo ganado… lo ganado quizás valga por dos. Un año de sonrisas y lágrimas, pero sonrisas que quitan las ganas de llorar en un tiempo. Un año rápido, acelerado y concentrado. Un año de decepciones y de alegrías. De oportunidades que se toman o se dejan escapar. De besos nunca dados y te quieros callados, de abrazos que se quedan en un amago de abrir los brazos, y que se reciben con los ojos cerrados. Un año, para enmarcar en todos los sentidos. Para disfrutar, entre pinceles y carboncillos, entre películas y tardes de césped, entre nosotros, entre todos.