A mi condenada falta de expresividad
Hoy he recordado lo que significan las personas para mi, no cualquier persona, sino las que conozco y puedo afirmar completamente que se pueden considerar personas, personas de verdad, que de verdad me llenan, que me aportan y dejan una huella en mi que será difícil de borrar. Antiguos amores que nunca fueron correspondidos, amigos nuevos que traen un sabor amargo pero que intentan quitarlo con su dulzura, y a veces lo consiguen. Abrazos que nunca dí y deseé dar con todas mis fuerzas, te quieros que nunca dije, conversaciones a media noche sin terminar, noches colgada del auricular, y tardes en el parque con risas congeladas. Otro amigos no tan nuevos pero que son mi vida, mi ilusión, mi sonrisa de todos los dias, la palma en mi hombro, el pañuelo que seca. Mis temas de conversación, sobre la vida, la política y otros muchos temas banales, mis esperas en una estación de tren, mirando el reloj, mis citas célebres, mis nombres más nombrados, mis humos aspirados, mis sonrisas con sabor a